Sopa de cebolla

Éste es de mis platos preferidos, en invierno lo hago varias veces, calentito a más no poder, lástima que en verano sea imposible comerlo, porque no sabéis cómo lo echo de menos, ¡con deciros que en cuanto soplan los primeros aires fríos ya me la estoy haciendo...!

Hay miles de versiones de esta sopa, pero ésta es la mía.

¿El truco?, un buen caldo de pollo, casero.

Receta:

Caldo de pollo (puchero)

Cebolla, en gran cantidad

1 rebanada de pan por persona

Queso para gratinar

Sal

Aceite

Elaboración:

Teniendo un buen calo de puchero o de pollo hecho esto es coser y cantar. A ver si un día de éstos hago otro en casa y os subo la receta, que la veo tan tan de todas las casas que nunca se me había pasado por la cabeza subirla hasta hoy, pero nunca es tarde si la dicha es buena.

Bueno, que me lío, ponemos el caldo en una olla, y lo vamos calentando, poco a poco. 

Mientras tanto pochamos una buena cantidad de cebolla con una pizca de sal, nosotros en casa somos 5 y yo pongo unas cuatro, bien hermonsas, a mi me gusta cortarla en juliana.

Pochada la cebolla, si os sobra aceite, la escurrís, y añadimos la cebolla al caldo. Damos un hervor, y dejamos que el caldo coja saborcito. Probamos de sal, y rectificamos si hace falta.

Si no queréis encontraros los trozos de cebollas podéis pasarla por la batidora, creando así una crema, la cual también está realmente deliciosa.

Tostamos la rebana de pan.

Añadimos la sopa con la cebolla en un cuenco apto para el horno, ponemos la rebana de pan tostada, y cubrimos con queso para gratinar.

Metemos al horno, con el gratinador encendido, y dejamos gratinar.

Servimos.

Os recomiendo soplar, soplar, soplar y soplar, porque quemará

¡Que disfrutéis!